En el Perú hay muchas obras públicas paralizadas por diversas causas (mal manejo de recursos, pandemia, etc.), así lo ha advertido la Contraloría General, quien afirma que la inversión pública se encuentra debilitada debido a que el énfasis se hace en la ejecución presupuestal pero no se asegura la conclusión de las obras sobre todo en las regiones del país.
Ante esta situación, la Contraloría refiere que el modelo de control concurrente representa una oportunidad para garantizar el cumplimiento de dichas obras en los tiempos estimados, así como el acompañamiento sistemático durante los hitos de mayor riesgo en el proceso de ejecución de una obra pública. En este acompañamiento durante el proceso, los auditores pueden advertir sobre riesgos y cualquier situación desfavorable, que permita tomar medidas preventivas y correctivas. Otro de los beneficios del modelo de gestión concurrente es que permite que las obras se hagan y terminen a menores costos, favoreciendo el ahorro gubernamental.
Ahora bien, representa una acertada opción para los ejecutores de obras, el fideicomiso de ley que permite revisar y comenzar a ejecutar esas obras paralizadas, valiéndose de las bondades que representa aplicarlo para la consecución de las obras públicas y el logro de las mismas.
Escrito por: Marketing AIT
